sábado, diciembre 22, 2007

La fidelidad

El otro día hablaba con una amiga y ella toco el tema de la fidelidad... me encanta cuando hace eso... y yo le dí una breve idea de lo que es para mi la fidelidad.. cosa que ella no entendió, entonces decido hablar un tanto al respecto, veamos...

Marcelo es trabajador.
Myriam es simpática.
Cacho es bueno.
Andrea es celosa.
Carolina es fiel.


¿Por qué?
Porque le encanta trabajar. Se siente inútil cuando no lo hace. Siempre quiere progresar en la vida y siente que el trabajo es el medio para lograrlo.
¿Hasta cuándo va a ser trabajador? Hasta que se muera.
Porque para él, ser trabajador es una forma de ser.

Myriam es simpática.
¿Por qué?
Porque es una chica muy sociable, casi siempre está sonriendo y tiene un trato muy agradable con la gente.
¿Hasta cuándo va a ser simpática? Con excepción de que Myriam tenga algún problema momentáneo que oculte su simpatía, Myriam va a ser siempre una mujer simpática. Es su forma de ser.

Cacho es bueno.
¿Por qué?
Porque siempre piensa en el bien de los demás. Hace cualquier cosa por un amigo que se encuentre en problemas. Es capaz de prestarle lo que le pidas. Siempre está dispuesto a escuchar y a dar una mano.
¿Hasta cuando va a ser bueno? Va a ser bueno siempre. Lo llega en la sangre. Ser bueno es su forma de ser.

Andrea es celosa.
¿Por qué?
Porque cree que cualquier mujer puede quitarle su pareja. Le pasó con todos los novios que tuvo. Es muy posesiva e insegura.
¿Hasta cuándo va a ser celosa? Sus celos pueden disminuir a medida que su pareja le vaya demostrando seguridad, pero nunca van a desaparecer completamente. No puede evitar ser celosa aunque luche para lograrlo. Es su forma de ser.

Carolina es fiel.
¿Por qué?
Porque jamás mientras estuvo de novia, salió con otro hombre.
¿Hasta cuándo va a ser fiel? Hasta que un día se le presente una oportunidad de ser infiel que no rechace.

Ser fiel no es una forma de ser. Ser fiel es una circunstancia. Por supuesto hay mujeres y hombres que son infieles con mayor facilidad que otros.

Algunas mujeres son infieles con un total y absoluto desparpajo. Están de novias y se levantan tipos en el trabajo, en la parada del autobus, en las salas de Chat, en el consultorio del dentista, en la clase de buceo (en la pileta a tres metros de profundidad, con traje de neopreno, tanques de oxígeno, máscara y patas de rana), en fin, donde sea.
En el caso de estas mujeres, sí podríamos decir que la “infidelidad” es una forma de ser. Ellas son así. No pueden cambiar.

Tal vez estén en un período de enamoramiento con su pareja que haya que sean fieles por un determinado período de tiempo, que pueden ser de dos meses, dos días o dos horas, pero indefectiblemente volverán a las andadas. Porque lo llevan adentro. La infidelidad para ellas es una forma de ser.

La fidelidad en cambio, como decíamos anteriormente, no es una forma de ser sino una circunstancia.

Decimos que una persona es fiel porque hasta el momento no fue infiel, lo cual no asegura la permanencia de esta cualidad en el tiempo.

-Mi novia es fiel –dijo uno.
-Mi novia hasta ahora me fue fiel –dijo otro.
-Mi novia hasta ahora supongo que me fue fiel –dijo un tercero.

¿Cuál de estos tres personajes creen ustedes que tuvo la apreciación más acertada? El primero dice que la novia “es” fiel. Lo cual supone que esa es su forma de ser y nunca la va a cambiar. Eso es algo que no lo podría asegurar ni ella misma.

Supongamos que la novia del primer personaje naufraga en altamar y llega a una solitaria y paradisíaca isla. Junto con ella también llega a la isla un muchacho que trabajaba en el barco haciendo show de stripper. Un tipo alto, una cara que concuerda totalmente con el cuerpo y como si todo esto fuera poco, muy caballero, simpático e inteligente. Son los únicos sobrevivientes del naufragio. Con el correr de los días, ambos comienzan a sentir deseos por el otro. Hasta que otro barco los rescate pasarían años. ¿Qué creen que sucederá entre ellos? Obviamente yo creo lo mismo. ¿Pero la chica no era fiel? Sí. Pero las circunstancias hicieron que dejara de serlo. Entonces no era fiel.

Había sido fiel hasta ese momento, que no es lo mismo. La fidelidad no era algo que llevaba en la sangre. No era como Cacho, que era bueno, y aunque estuviera en una isla no le haría mal a nadie. Ella fue fiel hasta que dejó de serlo. Ustedes podrán pensar que la situación descripta es demasiado extrema. ¿Cuánto menos extrema debía ser la situación para que esta chica siguiera siendo fiel a su novio?

Si la fidelidad hubiera sido para ella una forma de ser, el stripper no le hubiese podido tocar un pelo ni en cien años.

El segundo dice: “Mi novia hasta ahora me fue fiel”. Sin duda está más acertado en su apreciación que el primero. Claro que para asegurarlo con total certeza debería haber estado al lado de ella, desde que se pusieron de novios hasta el presente, sin quitarle la vista de encima ni un minuto.

El tercero dice: “Mi novia hasta ahora supongo que me fue fiel”. Indudablemente el más acertado. Fundamentales el “hasta ahora” y el “supongo”, para hacer de su afirmación una frase inobjetable. Porque nadie sabe a ciencia cierta hasta cuando puede durar esa fidelidad. Ni siquiera nadie puede asegurar que esa fidelidad exista.

No lo olvidemos. Ninguna mujer “es” fiel. A lo sumo “está siendo” fiel.

Tal vez!!!.

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